Acogedor hotel atendido por sus dueños, al pie de los Andes, en uno de los caminos del vino y próximo a importantes centros culturales, comerciales, gastronómicos y deportivos. Su estilo campestre y obras de arte originales, se integran con la colorida vegetación de un extenso parque, creando un clima confortable, intimista y elegante. Para garantizar la privacidad, tanto la casa principal que incluye los espacios comunes, como las cuatro unidades de alojamientos conformadas por 2 casitas y 5 suites, son independientes. Desde la recepción se aprecia el cálido salón de estar, extendido hacia la cocina abierta y la amplia galería vidriada donde se sirven comidas y bebidas. Esta, a su vez, se proyecta sobre el parque y la piscina con el fondo de la cordillera. Helechos, begonias y ciclámenes, dan vida a un jardín interior que tamiza la luz, creando una placentera atmósfera para disfrutar del desayuno, la cena o de una amable tertulia en sus cómodos sillones. La cava subterránea, conectada a esta galería, contiene una selección de vinos locales, que incluye nuestras propias etiquetas.