En una cantina de espíritu chacrense convive un comedor honrado y generoso, un patio sencillo y natural, la infaltable parrilla y las nobles bebidas que riegan los platos de la cocina de mercado. Los clientes se sienten como en casa, pero en la casa soñada, donde todo es posible, pasa de todo y no pasa nada.
Chimi es un espacio lúdico donde el tiempo se detiene e invita a descubrir la sabiduría del comer y el encanto de lo cotidiano convertido en excepcional. Cada día es una nueva historia de sabores, aromas, vinos, música y encuentros que inspiran.