El Cerro Bayo de Potrerillos, un tesoro geológico con una rica historia de formación, ha sido el escenario de significativos descubrimientos paleontológicos. Este sendero ofrece una experiencia de baja dificultad y recorrido corto, ideal para los amantes de la naturaleza y la historia. A lo largo del camino, se transita por una huella marcada que asciende de manera gradual, permitiendo que incluso aquellos nuevos en el senderismo puedan disfrutarlo plenamente.
Una de las atracciones más asombrosas de este sendero es el majestuoso Cóndor Andino, cuyo avistaje se convierte en un espectáculo frecuente si se está atento a su vuelo silencioso. Estas majestuosas aves suelen anidar en los altos paredones que miran hacia el norte, ofreciendo un punto de observación perfecto para presenciar sus primeros vuelos en las primeras horas de la mañana.
La denominación “Cerro Bayo” encuentra su origen en el distintivo color blancuzco que se observa desde la Ruta Nacional 7, que recorre gran parte de su base. Este tono peculiar es producto de su pasado volcánico y los sedimentos depositados por la cuenca del río Mendoza a lo largo de los años.
El punto de inicio de este emocionante sendero se localiza sobre la Ruta Nacional 7, específicamente en la banquina izquierda si se viaja en dirección hacia alta montaña. Aquí, un terraplén de tierra colorada sirve como estacionamiento o punto de encuentro para los exploradores. El recorrido comienza por uno de los filos secundarios del cerro, progresando a medida que se remonta hacia el filo principal y finalmente hacia la cumbre cercana.