Esta quebrada se destaca por ser una de las pocas de la zona que cuenta con agua, aunque no es apta para el consumo humano. Sin embargo, este arroyo crea un microclima y un ambiente más abundante en vegetación, atrayendo a diversos animales que se alimentan y beben de sus aguas.
El ingreso a la quebrada comienza pasando por debajo del puente de la ruta 82, donde se debe cruzar una vieja reja y algunos caños antiguos que en su momento recolectaban agua. A partir de ese punto, el camino continúa por la quebrada, donde los árboles comienzan a desaparecer, dando paso a los berros que crecen a orillas del arroyo.
La Quebrada del Estudiantes puede ser un circuito ideal para disfrutar en familia, teniendo en cuenta los cuidados necesarios para los niños. Con sus 22 kilómetros de recorrido, requiere cierto esfuerzo físico, pero se puede disfrutar de hermosos paisajes durante todo el camino. En el camino hay una bifurcación, donde se recomienda tomar la quebrada de la izquierda, la cual te llevará hasta el pie del Cerro Baños y a una serie de cascadas pequeñas pero encantadoras.
