El Cerro Negro, ubicado en el Parque Provincial Cordón del Plata, es un tesoro natural que llama la atención de montañistas experimentados y amantes de la aventura. Con sus imponentes 5370 metros sobre el nivel del mar, este cincomil presenta un desafío físico elevado debido a su gran desnivel y la longitud del recorrido. La altitud, un factor que afecta tanto a montañistas novatos como a los más experimentados, hace que el ascenso por esta ruta requiera una planificación cuidadosa de 2 a 3 días de duración, permitiendo una aclimatación gradual a la altura.
El punto de partida es la hermosa Quebrada de los Morteritos, en la parte alta del Valle de Las Vegas, al cual se accede a través de una calle de ripio que comienza en la Ruta 89, ruta que conecta Potrerillos y Tupungato. Siguiendo el curso del arroyo Las Mulas, llegamos al Puesto Las Lajas. Dado que parte de la ruta atraviesa terrenos privados, se recomienda registrarse e informar el plan de ascenso en Rancho Don Daniel, quienes administran estas tierras y suelen cobrar un pequeño ingreso. A lo largo del sendero hacia la cumbre, existen puntos para recolectar agua, pero se desaconseja beber agua de la laguna del Platita debido a su estancamiento. Una vez que rodeamos la característica piedra con su refugio de lata a sus pies, a la izquierda del cerro Mailhos, ascendemos por un pequeño filo a la derecha del arroyo Las Mulas, que nace en lo alto de la quebrada. Ascendemos hasta llegar al punto donde disminuye la pendiente y se aloja la laguna, una depresion de tierra entre los cerros Platita y Negro. Este tramo implica un ascenso significativo en altitud y requiere un esfuerzo considerable debido a la altitud alcanzada. La laguna es un lugar popular para pasar la noche antes de afrontar el desafiante ascenso final a la cumbre del Cerro Negro.
La cumbre del Cerro Negro se encuentra a más de 1300 metros de desnivel por encima de la laguna, lo que lo convierte en un último tramo exigente, especialmente debido a la altitud y la exposición a los efectos de la altura. El sendero, aunque no siempre está marcado claramente debido a la presencia de rocas medianas, recompensa a quienes llegan con vistas únicas de la cara sur del cerro El Plata de casi 6000 metros de altitud y las principales cumbres del Cordón del Plata.