Cuando Antonio se trasladó a Mendoza, llevaba consigo una imagen de la Virgen e hizo construir una capilla junto a la casona donde vivía, en el límite de Luján de Cuyo.
El 13 de febrero de 1938, se produjo la coronación de la Virgen en una solemne ceremonia y en ese día se conmemora el día de la Patrona de los Viñedos.
Protectora de los viñedos, que año a año recibe las plegarias de todos los vendimiadores. El predio, su historia y arquitectura ofrece una riqueza cultural impregnada de una fuerte identidad y devoción popular, junto a un curioso Museo de Tallas Indígenas y la casona colonial que perteneciera a la antigua Familia Solanilla, quiénes trajeron la milagrosa imagen en el siglo XVIII, desde Estadilla, Aragón, España, en su carro – silla, vestidos y cabellos naturales. Todo el conjunto se complementa con el Calvario de la Carrodilla, el Vía Crucis y Capilla de Nuestro Señor de la salud. Todo el lugar se transforma en un multitudinario escenario de fe especialmente durante Semana Santa.
La Bendición de los Frutos, el acto litúrgico que abre paso al calendario vendimial, es el que venera a nuestra Patrona de los Viñedos. En esta ceremonia se agradecen las cosechas del año y se bendicen, para proteger de la piedra, el granizo y las plagas a los próximos cultivos.
Cada año, en la Fiesta de la Vendimia, también se le atribuye una mención especial, desde 1963 hasta la actualidad.