El Cerro Bayo de Potrerillos, además de las vistas increibles de la cuenca del Rio Mendoza y su desembocadura en el dique Potrerillos, tiene una rica historia de formación, y ha sido el escenario de significativos descubrimientos paleontológicos.
Una de las atracciones más asombrosas de este sendero es el majestuoso Cóndor Andino, cuyo avistaje se convierte en un espectáculo frecuente si se está atento a su vuelo silencioso. Estas aves suelen anidar en los altos paredones que miran hacia el norte, ofreciendo un punto de observación perfecto para presenciar sus primeros vuelos en las primeras horas de la mañana.
La denominación “Cerro Bayo” encuentra su origen en el distintivo color blancuzco que se observa desde la Ruta Nacional 7, que recorre gran parte de su base. Este tono peculiar es producto de su pasado volcánico y los sedimentos depositados por la cuenca del río Mendoza a lo largo de los años.